La obsidiana plateada, proveniente de San Martín de las Pirámides, México, se presenta como un guardián del alma, con destellos que revelan verdades ocultas y traen luz al propio sendero. Es una piedra que protege, pero también confronta, mostrándonos quiénes somos sin velos.
El entramado en micromacramé color tierra acoge y realza esta piedra ancestral, evocando raíces profundas, contención y conexión con lo esencial.
Una invitación a mirar hacia adentro desde un lugar firme, desde el cuerpo y desde el sentir.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Solo usamos piedras naturales.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única.