El ambar es una resina que proviene de la sabia fosilizada de árbol, es conocido por sus intensas conexiones con la Tierra y su capacidad para estabilizar las energías superiores. Es un poderoso aliado sanador y limpiador que ayuda a alejar enfermedades, revitalizar los tejidos y purificar los espacios energéticos. Transmuta energías negativas en fuerzas positivas que favorecen la autosanación y el equilibrio.
El Ámbar aporta estabilidad y motivación, al conectar el deseo con la acción. Ayuda a contrarrestar tendencias depresivas o suicidas, y promueve una actitud cálida, solar y espontánea. Además, estimula el intelecto, mejora la memoria, disipa la depresión y fomenta la creatividad, la toma de decisiones y la confianza. A nivel espiritual, promueve el altruismo y aporta sabiduría, ayudando a alinear la realidad cotidiana con una dimensión más elevada de conciencia.
Físicamente, el ámbar actúa como un limpiador y sanador profundo. Elimina el dolor, impulsa la vitalidad y favorece la expulsión de toxinas. Se usa para aliviar problemas de garganta, resfriados, fiebre, artritis, dolencias renales, biliares y articulares. Resuena especialmente con el chakra del ombligo, favoreciendo la autosanación y el equilibrio corporal.