Este cristal abre el chakra del Tercer Ojo y equilibra el chakra Laringe. Estimula la iluminación, potencia el trabajo con los sueños, y estimula el poder personal y espiritual. También libera rápidamente el estrés, y trae una paz profunda; posee una enorme serenidad.
El lapislázuli es un cristal protector que nos conecta con los espíritus guardianes.
Armoniza los niveles físico, mental, emocional, y espiritual; el equilibrio de estos niveles aporta un profundo autoconocimiento interno.
Esta piedra anima a tomar las riendas de tu vida, revela la verdad interna, fomenta la autoconciencia y permite la autoexpresión sin retener nada ni hacer concesiones; pues nos enseña el poder de la palabra hablada. Si hay sentimientos reprimidos, como la cólera, que están causando dificultades en la garganta o en la comunicación, el lapislázuli ayuda a eliminarlos. Nos ayuda expresar nuestras opiniones, emociones y sentimientos y a armonizar conflictos, ya que también enseña el valor de la escucha activa. Además, aporta honestidad, compasión y rectitud. Establece relaciones de amor y amistad.
Físicamente, el Lapislázuli ayuda a aliviar los dolores, especialmente el de las migrañas. Además es benéfico para el sistema nerviosos y el sistema respiratorio, la garganta, la laringe y las glándulas tiroideas.