La piedra del sol es una piedra luminosa que aporta alegría, buen humor e intuición. Ayuda a recuperar la dulzura de la vida y nutre el ser interior. Limpia todos los chakras, aporta luz y energía para que el brillo personal se exprese con libertad.
Tiene una fuerte conexión con la energía solar, y es ideal para la meditación y la vida diaria. Disuelve “enganches” emocionales o energéticos con otrxs, y ayuda a cortar vínculos tóxicos con amor. Fomenta la independencia, el autocuidado y facilita decir “no” sin culpa.
Actúa como antidepresivo, aligera los estados de ánimo sombríos y es muy eficaz contra el trastorno afectivo estacional. Ayuda a superar sentimientos de abandono, fracaso o desventaja, y fortalece la autoestima y la confianza. Aporta entusiasmo, optimismo y una visión positiva ante la vida. También es útil con niñxs que presentan emociones intensas, ayuda a transmutarlas, especialmente cuando se coloca sobre el plexo solar.