La turmalina es una piedra que limpia, purifica y transforma la energía densa en una vibración más ligera. Enraíza la energía espiritual, limpia y equilibra todos los chakras, y crea un escudo protector alrededor del cuerpo. Es considerada una piedra chamánica, utilizada tradicionalmente para brindar protección en rituales y para señalar la "buena" dirección a tomar en tiempos turbulentos.
Las varas de turmalina natural limpian el aura, disuelven bloqueos, dispersan energías negativas y sirven como herramientas útiles para encontrar soluciones a problemas específicos. Son excelentes para equilibrar y conectar los chakras, y a nivel físico ayudan a reequilibrar los meridianos.
Esta piedra posee una afinidad intensa con las energías dévicas, lo cual la hace beneficiosa para jardines y plantas.
La turmalina fomenta la autoconfianza y reduce el miedo. Disipa sentimientos negativos como el victimismo, a la vez que atrae inspiración, compasión, tolerancia y prosperidad.
Es también un sanador energético que equilibra ambos hemisferios cerebrales y transmuta patrones mentales negativos.
• Turmalina negra (chorlo): Ofrece protección contra radiaciones, ataques psíquicos y energías negativas. Conectada al chakra base, aporta vitalidad física y reduce el estrés. Fomenta la claridad y la objetividad mental, e impulsa la creatividad práctica.
• Turmalina negra con mica: Devuelve las malas intenciones a su fuente para que quien las emitió pueda aprender de ello. Especialmente eficaz contra la bruma electromagnética.
• Barra de turmalina negra en cuarzo: El cuarzo que contiene barras de turmalina negra (diferente del cuarzo turmalinado) es muy útil para neutralizar ataques energéticos.