El larimar, piedra azul nacida del corazón volcánico del Caribe, nos invita a respirar más lento. Su energía suave y acuática calma la mente, armoniza las emociones y fomenta una profunda conexión con el yo interior. En esta pieza, el larimar resplandece en forma orgánica, sostenido por un tejido de micromacramé en tono marrón oscuro que evoca la raíz, la tierra, la firmeza.
El latón dorado proveniente de la India aporta un acento cálido, solar y sutilmente ancestral, elevando la vibración del conjunto. Esta pulsera es un canto a la paz interna, al fluir auténtico y a la fuerza silenciosa de la calma.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Solo usamos piedras naturales.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única.