Tejido con paciencia en micromacramé marrón suave, este talismán abraza una labradorita dorada de forma uniforme, luminosa y serena, acompañada delicadamente por una pequeña esfera del mismo mineral, como si un fragmento de su alma flotara a su lado. Juntas crean un portal sutil, un espejo dorado que conecta con dimensiones ocultas y guía el camino interior.
La labradorita es una piedra mística y protectora, portadora de luz espiritual. Actúa como escudo energético, desviando energías densas y protegiendo el campo áurico durante procesos de sanación o transformación profunda. Su vibración eleva la conciencia, despierta la intuición y facilita la conexión con planos superiores y memorias de otras vidas.
Es una gran aliada en momentos de cambio, pues disuelve miedos, refuerza la fe en unx mismx y despeja la percepción de proyecciones externas. Su energía transforma, inspira y guía, ayudando a sintonizar con el propósito vital desde un lugar de claridad y confianza.
Amuleto ideal para almas en evolución, que se atreven a mirar hacia adentro, atravesar velos y caminar su verdad con firmeza y luz.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Solo usamos piedras naturales.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única.