Esta pieza única ha sido tejida en micromacramé negro, realzando la intensidad de una labradorita de tonos azules profundos que parecen contener destellos de cielo nocturno, agua y misterio. Como una puerta vibrante hacia otros planos, esta gema protege, guía e inspira.
La labradorita es una piedra mística y transformadora, portadora de luz y escudo protector ante energías densas. Refuerza el campo áurico y actúa como aliada espiritual en procesos terapéuticos o de sanación profunda. Eleva la conciencia, facilita el acceso a dimensiones sutiles y revela propósitos ocultos que aguardan ser comprendidos.
Es una guía en el camino del alma: estimula la intuición, la clarividencia y el “saber interno” que emerge en silencio. Acompaña en momentos de cambio, disipando miedos e inseguridades, reforzando la fe en uno mismo y la confianza en el orden invisible del universo.
Su fulgor azul despierta la imaginación creativa y la introspección consciente, convirtiéndose en un espejo que refleja la verdad interior y ayuda a integrar la espiritualidad en la experiencia cotidiana.
Un talismán para almas que atraviesan transformaciones, buscan claridad y desean abrir portales internos hacia lo más elevado de su ser.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Solo usamos piedras naturales.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única.