Esta pieza resguarda una drusa de cuarzo cristal, delicadamente tejida en macramé negro, que realza su pureza natural y su poder radiante. Cada punta de la drusa actúa como un canal de luz, multiplicando la energía y expandiendo la claridad. Es un amuleto que limpia, eleva y armoniza.
El cuarzo cristalino es uno de los minerales más poderosos como sanador y amplificador energético. Absorbe, almacena, regula y libera energías, y ayuda a disolver bloqueos en el cuerpo físico, emocional y espiritual. Purifica el alma, expande la conciencia y facilita la conexión con planos superiores.
Este cuarzo armoniza los chakras, fortalece el campo áurico y puede ser programado con intenciones personales. Favorece la meditación, mejora la concentración y estimula la memoria.
Desde lo emocional, transmuta la negatividad, eleva el ánimo y equilibra el sistema endocrino. Desde lo físico, activa el sistema inmunológico, aporta equilibrio integral y favorece la sanación.
Una pieza luminosa, para quienes desean habitarse con verdad, limpiar su campo energético y vibrar desde la claridad del Ser.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Solo usamos piedras naturales.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única