Pulsera tejida en micromacramé negro, con diseño delicado y a la vez firme, acompañada de dos bolitas de plata que enmarcan el centro con suavidad.
La protagonista es una gema viva: ámbar rojo de Simojovel, Chiapas (México). No es piedra, sino sabia ancestral fosilizada, guardiana del tiempo y del poder sanador de la Tierra.
El ámbar es un aliado profundo de limpieza y equilibrio, que transmuta las energías densas en fuerza vital, renovando cuerpo y espíritu.
Reconocido por estabilizar emociones y conectar el deseo con la acción, inspira calidez, espontaneidad, creatividad y confianza.
A nivel físico, revitaliza tejidos, calma el dolor y purifica el organismo, resonando especialmente con el chakra del ombligo, centro de nuestra energía vital.
Esta pieza acompaña procesos de transformación, reconexión interior y autosanación, con la luz del fuego antiguo latiendo desde el centro.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Solo usamos piedras naturales.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única.