Esta pulsera celebra la sutileza de lo esencial. El intenso azul del lapislázuli, piedra de visión interna y comunicacion, se abraza a un entramado de micromacramé en tono marrón suave, evocando la tierra fértil que sostiene nuestros pasos. Cada nudo honra el ritmo natural del Ser, y la delicadeza del diseño invita al recogimiento, al silencio interior y a la escucha profunda de las propias emociones.
El dorado que enmarca la piedra acentúa su presencia con calidez solar, aportando equilibrio entre lo terrenal y lo sagrado.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Solo usamos piedras naturales.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única.