Esta delicada creación ha sido tejida en micromacramé marrón suave. En su centro vibra un poderoso lapislázuli proveniente de Afganistán, acompañado por la sutileza iridiscente de una pequeña labradorita. Juntas, forman una alianza de visión interior, expresión verdadera y protección energética.
El lapislázuli, cristal de sabiduría profunda, despierta el Tercer Ojo y armoniza la comunicación. Nos conecta con los planos espirituales y con la verdad interna, y así revela con claridad lo que antes estaba silenciado. Esta piedra noble anima a tomar el mando de la propia vida, fortalece la autoconciencia y permite expresar sentimientos con autenticidad y compasión. Su vibración serena disuelve el estrés y favorece la honestidad, estableciendo puentes de amor, amistad y entendimiento mutuo.
La labradorita, por su parte, es guardiana de los umbrales invisibles. Actúa como un escudo protector que fortalece el campo áurico y desvía las energías no deseadas. Es compañera en procesos de transformación profunda, activa la intuición, la visión psíquica y el acceso a memorias del alma. Ayuda a integrar lo espiritual en lo cotidiano, y así nutre la creatividad y la confianza en el propio camino.
Esta gargantilla es un talismán de introspección y expresión, ideal para quienes desean hablar con el corazón despierto y escuchar la sabiduría que habita en el silencio.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Solo usamos piedras naturales.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única.
