Esta pieza nace del encuentro entre la ternura del corazón y la fuerza de la tierra. Una Rodocrosita única, cuyas vetas dibujan un paisaje de ensueño con aires de montaña, ha sido tejida a mano en un mandala de tonos marrones que evocan la calidez de la tierra húmeda, el abrigo de los cerros y la raíz de lo ancestral.
La Rodocrosita es una piedra profundamente sanadora, asociada al amor desinteresado, la compasión y la liberación emocional. Activa los chakras del plexo solar y raíz, ayudando a liberar heridas afectivas y memorias antiguas, a la vez que aporta contención, ternura y claridad emocional. Es ideal para quienes atraviesan procesos de sanación del corazón o desean abrirse al amor propio sin temor ni juicio.
Este mandala tejido no solo honra la belleza natural del cristal, sino que invita a detenerse y respirar con el alma. Una ofrenda del cerro al centro del pecho, un portal suave hacia el interior.
Cierre: punto corredizo y ajustable para adaptarse con facilidad.
Material: hilo encerado Linhasita, de alta calidad, resistente y duradero.
Piedras: todas las piezas contienen minerales naturales auténticos.
Cuidados: se puede lavar en agua dulce. Evitar el contacto con agua salada o exposición prolongada a la brisa marina.
Creación artesanal tejida con ternura y presencia, pieza única.